Parece algo increíble, pero sí es posible perder peso sin tener que recurrir a dietas estrictas ni a sesiones pesadas de ejercicio diario. Basta con adquirir ciertos hábitos, ser constante y mantenerlos como parte de tu vida.
Y aunque el ejercicio, hecho con moderación, produce enormes beneficios físicos, como una mejor salud cardíaca, densidad ósea y capacidad pulmonar, no es necesario matarte corriendo decenas de kilómetros, ni pasando horas en el gimnasio.
Caminar, nadar o andar en bici unos minutos cada día, o hacer yoga, bailar o moverte un poco bastará para mantenerte saludable física y mentalmente, pero para mantener un peso saludable es necesario cambiar tus hábitos alimenticios.
¿QUÉ HÁBITOS HAY QUE ADOPTAR?
Come más proteína.
Consumir suficientes proteínas es una de las cosas más importantes que se deben hacer cuando se trata de perder peso. Si comes proteínas en las comidas y meriendas puedes satisfacer el hambre por un período de tiempo más largo, ya que lleva más tiempo digerirlo, lo que a su vez hace que te sientas lleno por más tiempo.
Y si estás haciendo ejercicio, aunque sea un poco, entonces la proteína es aún más importante, ya que le da a tus músculos lo que necesitan para recuperarse después del entrenamiento, lo que significa que estás listo para volver al gimnasio o hacer ejercicio mucho antes.
No compres alimentos azucarados.
Si estás buscando perder peso sin hacer cambios importantes en tu estilo de vida, una de las mejores cosas que puedes hacer es reducir tu consumo de azúcar.
Reducir el consumo de azúcar, hacer ejercicio 4 o 5 veces por semana e introducir más proteínas pueden ser métodos efectivos para ayudar a perder peso.
Y hay una forma segura de reducir el consumo de azúcar que siempre funciona: no compres alimentos azucarados, así no los tendrás a la vista en casa y la tentación no saltará en ningún momento.
Come alimentos ricos en fibra.
Lo mismo que pasa con comer más proteínas, una dieta alta en fibra hace que tu nivel de saciedad aumente, es decir, te provocará que te sientas lleno más rápido y por más tiempo.
De dónde puedes sacar fibra, checa esta lista:
- Frijoles
- Lentejas
- Palomitas de maíz
- Chícharos
- Cereales integrales
- Manzanas
- Fruta seca
- Papas
- Nueces
Cocina más comidas en casa.
Al cocinar en casa tú controlas lo que cocinas y la manera en lo que lo haces, por ejemplo, puedes usar menos aceite y mantequillas, evitar carnes grasas, agregar más verduras frescas y fibras, etcétera.
Al comer seguido en la calle no podemos saber cómo exactamente se cocinan los alimentos y quedamos a merced de otros para controlar los ingredientes, las grasas e incluso la sal y azúcar.
Nadie va a cuidar mejor tu salud que tú, pues las comidas en los restaurantes tienden a contener cantidades más altas de sodio, grasas saturadas y más calorías que la comida que cocinas en casa.
Bebe más agua.
Los beneficios del agua son ampliamente conocidos, pero a veces lo olvidamos y dejamos de tomar las cantidades que nuestro cuerpo necesita.
Beber al menos medio litro de agua 30 minutos antes de las comidas reducirá drásticamente el hambre, además de que te mantendrá hidratado y ayudará a la digestión. Tomar más agua a lo largo del día también puede ayudar con la cantidad de calorías que se queman por día.
Si quieres conocer más consejos para perder peso sin dietas estrictas ni fuertes rutinas de ejercicio, contáctame. Juntos podremos diseñar un programa acorde con tus necesidades y características.
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