Un bebé “gordito” no es sinónimo de salud, anteriormente se creía que entre “más carnita” en un bebé, más saludable era. Y aunque al verlos sintamos ternura, debemos cuidar su alimentación para mantenerlos en el peso ideal.
Estamos en el momento correcto para inculcarles buenos hábitos alimenticios a nuestros bebés. Las estadísticas no mienten, según el Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (OMENT) México ocupa el primer lugar en obesidad en el mundo, el 70 % de los adultos padece sobrepeso u obesidad, y en los niños y adultos (de 5 a 19 años) pasó del 4 % en 1975 a más del 18 % en 2016.
La obesidad infantil no es una enfermedad tan frecuente en los niños como en los adultos. Pero el porcentaje de niños obesos se ha incrementado sin duda en gran medida en los últimos años.
Hay varias causas de la obesidad infantil. Sin embargo, si se presta un poco de atención en la dieta y estilo de vida de los niños, el trastorno de la obesidad podría ser minimizado.
La buena noticia es que tú puedes hacer algo al respecto. Sigue estos 6 consejos y fomentarás en tu bebé buenos hábitos alimenticios que los acompañarán durante toda su vida.
1. Amamántalo.
Algunas madres no pueden hacerlo, pero si tú tienes el privilegio, no lo dudes y elige tu pecho por sobre las fórmulas. Es casi imposible sobrealimentarlo con tu pecho y aunque el bebé se pase mucho tiempo pegado a él, muchas veces lo hace para obtener consuelo o arrullarse.
2. No calmes su llanto con comida.
Los bebés lloran por muchas razones, no solo cuando tienen hambre, sino cuando están cansados, asustados, abrumados, aburridos, incómodos, porque quieren cariño o porque se ensuciaron. Si ha pasado poco tiempo desde que lo alimentaste y llora, busca otras soluciones, no lo alimentes, ya que empezará a aprender que si, por ejemplo, está cansado y llora, su alivio será la comida. ¿No querrás que cuando esté grande alivie sus malestares con comida o sí?
3. No lo sobrealimentes.
Si tu bebé no se termina el biberón o el plato de comida, no lo presiones. Respeta su decisión de no comer más, pero si el médico te ha dicho que está bajo de peso y no quiere comer, entonces consúltalo para encontrar soluciones. Pero si está sano, detente cuando él voltee la cabeza o rechace la comida, ya que es una señal de que está satisfecho.
4. Dale alimentos sólidos.
Una vez que tu bebé esté listo para los alimentos sólidos, dale frutas, verduras, granos enteros, legumbres, pescado y carnes, quizá rechace algunos, pero ve insistiendo cada día para ir creándole un gusto por los alimentos que deseas que coma siempre, ¡claro está, que sean saludables!
5. Establece horarios para las comidas y especialmente para la cena.
Ya que tu bebé pueda sentarse solo, acércalo a la mesa para que coma junto a la familia. Sabemos que a veces no podemos cumplir con horarios estrictos de comida, pero trata de hacerlo, especialmente para la cena, la cual debe ser temprano, cerca de las 7 pm, para que su metabolismo tenga el tiempo suficiente para trabajar.
6. ¡Mueve a tu bebé!
Desde pequeño puede hacer algunos ejercicios: mueve suavemente sus piernas, brazos y cabeza diariamente. Conforme vaya creciendo, puedes hacer más con él, como echarte en el piso a su lado y motivarlos a gatear y posteriormente, a caminar. Ya que camine, oblígate a llevarlo al parque o a alguna zona donde pueda jugar, la idea es que aprenda a estar activo.